marzo 2019

Breve preámbulo sobre este artículo: ¿Qué vas a encontrar?

Te transmitimos nuestra experiencia, a la vez que hacemos un tutorial práctico sobre cómo salir de una penalización manual, la más temida… Para ser lo más sucinto posible, omitiremos extensas explicaciones sobre qué es una penalización, sobre Google Search Console u otros tecnicismos que utilizamos en el día a día los que nos dedicamos al marketing digital. Queremos que cualquier persona pueda entender el proceso, así que las descripciones serán breves y siempre estarán acompañadas de enlaces para ampliar información. No todos los casos de penalizaciones son iguales, pero estamos seguros de que nuestra experiencia te va servir sea cual sea tu caso.

Entendiendo a Google y sus penalizaciones.

Lo primero que hay que comprender es qué es un buscador, y pareciera que nos estamos remontando a la Creación, pero es que muchas veces no queda claro el paradigma sobre el que se construye todo el SEO. El buscador de Google ofrece un servicio y, como tal, tiene el objetivo de satisfacer una necesidad: la de responder al usuario de la mejor manera posible. Es por esto que si alguien altera las respuestas de Google será penalizado, ya que Google considera que está manipulando los patrones de su algoritmo de manera no natural. Es como si en vez de mostrar la mejor respuesta posible, mostrara la respuesta que más conviene al infractor; o dicho de otra forma, se está empeorando el servicio de Google.

El algoritmo de Google es, aparte de secreto, una extremadamente compleja inteligencia artificial que decide cómo dar respuesta al usuario. El SEO trata de comprenderlo y darle lo que necesita para que te dé visibilidad (primeras posiciones en los resultados) antes que aquellos que no lo hacen. Para ello utiliza una serie de técnicas específicas, pero si te pasas, serás penalizado.

¿Qué es y en qué consiste una penalización de Google?

Una penalización de Google (o cualquier otro buscador) es una medida que toma el motor de búsqueda por la cual tu web deja de aparecer entre las páginas de resultados. El motivo es que viola las directrices de Google, especialmente las directrices de calidad. En internet se puede leer sanción, penalización, acción… en cualquier caso se refieren a lo mismo: los castigos de Google. Nota: en inglés se llaman penalties.

¿Qué tipos de penalizaciones de Google hay?

Existen dos tipos de penalizaciones: las algorítmicas y las acciones manuales.

Las sanciones algorítmicas son las automáticas: el algoritmo de Google detecta que uno o varios elementos de la web violan sus directrices y la web es retirada automáticamente por el sistema de los resultados. Es posible que la web desaparezca para una palabra clave, una URL concreta o incluso todo el dominio.

Las acciones manuales son aquellas en las que, dentro de Google, una persona real verifica el estado de un dominio. Esta persona comprueba manualmente que el posicionamiento que indica el algoritmo es el apropiado para ese dominio en función de las directrices ya mencionadas ¿Cómo lo hace? Pues comprueba tanto el SEO On Page como el SEO Off Page, o dicho de otra manera: mira que no haya nada sospechoso dentro del contenido de la web y que los enlaces que apuntan a la web no pertenezcan a un entramado artificial. Pueden ser totales si afectan a todo el dominio o parciales si afectan únicamente a algunas URL’s de toda la web.

Cabe destacar que una acción manual se da cuando una web alcanza cierto posicionamiento. Es entonces cuando Google asume el coste de tener a una persona real trabajando para revisar si ese posicionamiento es merecido y correcto.

Nuestra experiencia con un caso real.

Con el objetivo de ubicar con exactitud nuestro punto de partida, queremos puntualizar ciertos aspectos:

• Agosto de 2018, nos llega un cliente en cuya Google Search Console aparece un mensaje alertando sobre una penalización manual. Por evidentes motivos de confidencialidad, no desvelaremos de qué empresa se trata; pero sí diremos que se trata de una tienda online (o ecommerce) con una importante facturación a nivel nacional.
• La penalización que aparece es de tipo parcial: afectó solo a ciertas páginas de todo el sitio web. Esto implica que no tuvimos una caída masiva en el posicionamiento de toda la web, sino un notable bache en nuestras gráficas.
• En total nos llevó 6 meses salir de la penalización.

¿Cómo supimos que nos afectaba una acción manual de Google?

En el caso de las penalizaciones algorítmicas, Google no suele decirte nada, necesitas tener una web con el suficiente tráfico y posicionamiento como para notar las caídas en el tráfico (Google Analytics te sirve para eso) y en el posicionamiento en las páginas de resultados —en inglés las llaman SERP— (Google Search Console te servirá para eso).

Pero en nuestro caso, al tratarse de una acción manual, Google te notifica mediante un mensaje a la bandeja de entrada de Google Search Console. Por tanto sí, es necesario tener una cuenta abierta en Google Search Console; además es la principal herramienta que vamos a utilizar durante todo el proceso. En nuestro caso, el mensaje fue este:

El susto inicial y razonable será confirmado por el contenido del mensaje:

Nota: La versión actual de Google Search Console no muestra la bandeja de entrada, para acceder a la versión antigua que sí la muestra, hay que pulsar en Ir a la versión anterior, botón situado en la esquina inferior izquierda.

Como se puede leer en la captura, la penalización se debió a un patrón de enlaces artificiales. Más info aquí. El mensaje continúa con una serie de instrucciones que Google te da para que solventes el problema:

No bastando con esto, también podemos verificar que hay una acción manual sobre nuestra web yendo al menú Acciones manuales dentro de Search Console:

¿Qué hicimos para salir de la penalización de Google? Pasos a seguir.

En realidad lo que hicimos fue seguir los paso que da Google:

1. Descargar la lista de todos los enlaces entrantes.
2. Filtrar todos los enlaces sospechosos de pertenecer a esquemas de enlaces.
3. Pedir que los retiren.
4. Desautorizar los enlaces que no hayan sido retirados.
5. Enviar una solicitud de reconsideración.

Pero vamos a ir paso por paso dando detalles, problemas que nos surgieron, truquitos, etc.

Nota importante: NO debes saltar al último paso directamente. Recuerda que estás ante una persona real que va a juzgar si has hecho todo lo anterior, si te has esforzado en arreglar el problema o no. Si te limitas a pulsar el botón, lo único que vas a conseguir es dilatar el tiempo de la penalización. Por otro lado esto tiene su ventaja: no hace falta apurarlo todo al milímetro, no es una máquina la que está al otro lado.

1. Descargar la lista de todos los enlaces entrantes.

Para hacer esto tenemos que entrar a Google Search Console y pulsar donde pone Enlaces.

En la esquina superior derecha pulsamos un botón grande que reza Exportar enlaces externos, vamos a pulsar donde pone Más enlaces de ejemplo.

Nota: tenemos dos opciones: descargar un archivo CSV o abrir directamente una Hoja de Cálculo de Google. Recomendamos la segunda opción, debido a la mejor integración que tendrá con las carpetas de Google Drive que luego utilizaremos para almacenar documentación e imágenes.

2. Filtrar todos los enlaces sospechosos de pertenecer a esquemas de enlaces.

Aquí comienza la verdadera odisea, el trabajo minucioso, Aquí tuvimos que inspeccionar todos los enlaces uno a uno e ir marcando en cada enlace si es fiable o no. Si lo que estás pensando ahora es que no te crees que tengas que auditar 100000 enlaces uno a uno (si este fuera el número de enlaces que resulta de la exportación en GSC), créetelo porque es así. Pero calma, Google no espera que esto lo hagas en una semana. Además muchos enlaces provendrán del mismo dominio (a efectos prácticos cuentan como uno).

Trucos para agilizar la tarea:

• Usa la herramienta de filtro. Usa el filtro alfabético para ordenarlos por dominio, así es más visual ver todos los enlaces procedentes de un mismo sitio y con un poco de suerte y si es un sitio claramente tóxico, los puedes marcar todos directamente sin mirarlos uno a uno.
• Marca utilizando colores, negritas, tachados… Con la herramienta de filtro, luego podrás filtrar por formato. Por ejemplo: en rojo todos los enlaces sospechosos y en verde los fiables. Después solo tendrás que copiar y pegar los filtrados.

3. Pedir que los retiren.

Una vez tenemos nuestra lista de enlaces sospechosos tenemos que entrar en cada uno de los dominios y contactar con el webmaster pertinente de cada uno. En ocasiones habrá un formulario de contacto y en otras tendrás que enviar un correo electrónico directamente. Es de vital importancia que hagas una captura del mensaje que envíes sea por el medio que sea: una captura al formulario relleno o una captura al correo enviado. La captura almacénala en una carpeta de Google Drive con el nombre del dominio.

En el mensaje debes pedir educadamente (como siempre) que retiren los enlaces a tu sitio de las páginas que tengas en tu lista o que añadan el valor nofollow al atributo rel de los enlaces. Para que te sea más sencillo, te dejamos un mensaje modelo:

Buenas,
hemos detectado que hay enlaces a nuestra web tuweb.com desde su sitio y nos gustaría que no tuviera repercusión en nuestro tráfico ya que está siendo negativa. Por favor, retiren los enlaces a nuestra web de las siguientes páginas o añadan un atributo <nofollow>, muchas gracias.
Listado de páginas donde aparecen enlaces a nuestra web:
domino.com/url1
domino.com/url2
domino.com/url3

Habrá gente que no conteste, gente que conteste educadamente, gente que se preocupe… Pero lo importante es si te hacen caso o no.

Trucos:

• No olvides marcar aquellos enlaces eliminados para diferenciarlos de los que no.
• Si no encuentras la manera de contactar con el webmaster, Google especifica que debes hacer un whois al dominio. Nosotros, en lugar de eso, los dimos directamente por imposibles.

4. Desautorizar los enlaces que no hayan sido retirados.

Desde el punto anterior a este puede pasar una semana o un mes tranquilamente. Algunos contestarán al instante y otros tardarán más. Nosotros a los que tardaban más de un mes los dimos por imposibles.

En este punto tenemos que tener dos listas: una con los enlaces que han sido eliminados y otra con los enlaces que no hemos podido eliminar. También debemos tener una carpeta con un montón de capturas de todos los mensajes que hemos enviado (infructuosos o no).

Ahora te vamos a presentar una nueva utilidad llamada Herramienta de desautorización de enlaces, accesible (¿cómo no?) desde Google Search Console. En inglés tiene un nombre bastante más corto: disavow.

Google da toda la información que necesitas sobre el disavow aquí. Aún así explicaremos de qué se trata. Básicamente es una herramienta mediante la que le decimos a Google que ciertos enlaces no son nuestra responsabilidad, ni podemos contactar con el responsable, nos están perjudicando y necesitamos que se desautoricen de nuestro sitio web. Para ello subes una lista de los dominios o URLs de las que te quieres desentender y Google internamente las separa de tu propiedad. Obviamente aquí vamos a usar la lista de enlaces que no han sido retirados.

La herramienta permite subir un archivo de texto (.txt) con un lenguaje específico. Únicamente admite URLs, dominios y comentarios, con un elemento por línea. Veamos un ejemplo:

# comentario
domain: dominio.com
https://www.url.com

Notas:

• No es necesario poner ningún comentario, aunque en las instrucciones de Google aparezca que podemos justificar cada elemento con un comentario.
• Si no quieres complicarte mucho, puedes poner únicamente dominios, te ahorras poner todas las URLs y te queda un archivo más pequeño.
• Es muy importante guardar el archivo con codificación UTF-8.
• El archivo permanecerá subido a la herramienta y podrás descargarlo posteriormente para añadir más líneas.

5. Enviar una solicitud de reconsideración.

En este punto retomamos la lista de cosas que tenemos:

• Una lista con los enlaces eliminados.
• Una lista con los enlaces no eliminados y mandados a disavow.
• Una carpeta con las capturas de intentos de contactar.

Ahora lo que nosotros hicimos fue abrir una Hoja de Cálculo de Google y organizar todo visualmente, para que la persona que hay detrás vea el trabajo que hemos hecho. Al final quedó algo así:

Ahora vamos a Search Console, pulsamos el botón de solicitar reconsideración, escribimos un mensaje en tono conciliador en el que explicamos todo el trabajo realizado y adjuntamos el enlace a la Hoja de Cálculo de Google. En un par de días recibimos la contestación: otro mensaje a Search Console.

¿Cómo hablar con Google? Iteración hasta vencer.

En nuestro caso, la contestación decía que seguía habiendo enlaces artificiales a nuestro sitio web.

La solución fue repetir el proceso de manera reiterativa hasta finalizar el proceso satisfactoriamente. Es decir, volver a hacer todo desde el paso 1 excluyendo todas los enlaces anteriores y volviendo a hacer lo mismo con los nuevos.

Nosotros hicimos el proceso 3 veces en total, por lo que podemos decir que hemos podido hablar con Google hasta que encontramos y les dimos lo que querían.

La historia culmina un 30 de enero de 2019 con los mensajes de la victoria.

Si tienes problemas con Google y sus penalizaciones, nosotros te podemos ayudar ¡Contáctanos!